martes, 27 de noviembre de 2012


3.5.2.3. Cryoconservacion del germoplasma

La crioconservación, que describimos a continuación, puede ser aplicada ventajosamente a la conservación de especies y variedades vegetales silvestres o cultivadas como alternativa a las colecciones y bancos de germoplasma clásicos (bancos de semillas, colecciones en campo). La crioconservación de plantas es un proceso consistente en la preparación, mantenimiento y preservación a largo plazo de un material vegetal, en unas condiciones de temperatura ultra bajas de –196 ºC, obtenidas mediante nitrógeno líquido (NL). Este método de conservación de material vegetal presenta una serie de ventajas frente a otros sistemas de preservación de recursos filogenéticos: es un método rápido, sencillo, no altera la estabilidad genética del material y reduce sustancialmente el esfuerzo y los costes que representan el mantenimiento de colecciones de germoplasma vegetal in vivo o in vitro, al eliminar casi por completo la mano de obra y evitar los riesgos fitopatológicos y fisiológicos que habitualmente aparecen en el mantenimiento de los bancos de germoplasma vegetales. Hay que señalar el importante ahorro de espacio que supone mantener una colección de especies hortícolas o leñosas en pocos metros cuadrados en vez de en plantaciones de cientos o miles de metros cuadrados.
El elemento fundamental de la crioconservación es el NL que se almacena y mantiene en tanques especiales herméticos que permiten que se mantenga en estado líquido y se evapore muy lentamente, manteniendo una temperatura de –196 ºC. El NL es incoloro, inodoro y no combustible y está a una temperatura de –196 ºC a presión atmosférica, por lo que el contacto con los tejidos provoca el congelamiento del área. Es de fácil manejo pero, teniendo en cuenta que desplaza el oxígeno del aire, hay que tener cuidado al manipularlo, lo que se debe hacer en lugares bien ventilados.
El material vegetal a utilizar puede proceder de cualquier parte de la planta: meristemos, yemas, ápices, tallos, callos, embriones somáticos, etc. Debe ser selec-cionado de plantas sanas y, en el caso de proceder de material de cultivo in vitro, los parámetros de cultivo se deben optimizar antes de la crioconservación, ya que el éxito de éste proceso de conservación va a depender tanto de los tratamientos utilizados antes de someter al material al NL, como de los utilizados una vez recuperado el material del NL. Por lo tanto, es de extrema importancia poner especial atención en la composición de los medios de cultivo donde se incube el material vegetal antes y después de introducirlo en NL para su conservación [Sakai y cols., 1993, Cryopreservation of Plant Genetic Resources 6: 5-26]. Para la manipulación del material es necesario utilizar recipientes de materiales resistentes a las bajas temperaturas, como los crioviales de polipropileno, donde el material vegetal que queremos conservar se deposita antes de introducirlo en el NL. Estos crioviales, con capacidades entre 1,2 y 15,0 ml, tienen un sistema de cierre a rosca especialmente diseñado para soportar la rápida conversión del NL a gas, que tiene lugar a temperatura ambiente, conversión que de otro modo produciría la explosión del contenedor. Debido a la facilidad con que se evapora el NL, es necesario controlar su nivel dentro de los tanques donde se almacena, para reponer las pérdidas y mantener estable la temperatura a –196 ºC y así asegurar la perfecta conservación del material.

3.5.2.2. Supresión del crecimiento


3.5.2.2. Supresión del crecimiento

·         Banco genético básico (Supresión del crecimiento): A la temperatura del N líquido (-196ºC) cesa la división celular y los procesos metabólicos. El material puede ser almacenado sin alteraciones durante períodos de tiempo ilimitados. Única opción viable para almacenamiento a largo plazo en especies de propagación vegetativa o semilla recalcitrante. Se requiere muy poco espacio y mantenimiento. Está protegido de la contaminación. Dependiendo de la especie, cualquier tipo de material. Protocolos de regeneración.

.5.2.1. Factores que limitan el crecimiento


3.5.2.1. Factores que limitan el crecimiento
     
                                     Temperatura
Se produce una reducción en la actividad metabólica y, en consecuencia, en el crecimiento de los explantes, al disminuir la temperatura de cultivo (esta temperatura depende de los requerimientos de cada especie) (Engelmann 1991). Generalmente se utilizan temperaturas alrededor de los 4 °C para cultivos de clima templado y entre 10 y 15 °C para el germoplasma tropical (Keller et al. 2006). El control de la temperatura se combina usualmente con otros factores para lograr un crecimiento reducido. En banano, temperaturas reducidas se han combinado con reducción en la intensidad lumínica o la completa supresión de luz. La propagación vegetativa de los tallos de banano normalmente se realiza a 22 °C con una intensidad lumínica de 3000 lux. Si n embargo, para su almacenamiento por corto plazo, se colocan a 15 °C bajo una intensidad lumínica de 1000 lux (Banerjee y Sharma 1988).
Si se mantienen los explantes a temperaturas bajas (inferiores a 4 °C) por períodos prolongados, pueden presentarse daños fisiológicos, causados por el frío, que inciden en cambios en el metabolismo, en el contenido de proteínas, y en la composición y funcionamiento de las membranas (Engelmann 1991). Estos problemas pueden ser reversibles cuando no hay exposición prolongada a esta condición. Generalmente, las plantas tropicales son sensibles a daños por frío y la temperatura de almacenamiento depende de la sensibilidad particular de cada especie (Engelmann 1991). Por ejemplo, Gangopadhyay et al. (2005) determinaron  que la temperatura de almacenamiento óptima para microtallos encapsulados de piña (Ananas comosus L.) era de 8 oC para un periodo de 45 a 60 días.
En las especies no tropicales, la reducción de temperatura actúa, muchas veces, como señal para romper el estado de reposo de los explantes e inducir la activación de su crecimiento. Por ejemplo, el almacenamiento de lirio (Lilium longiflorum L.) a bajas temperaturas (0-10 °C) indujo la ruptura del estado de reposo que llevó, consecuentemente, a su germinación y floración. Por lo tanto, su almacenamiento in vitro debió ser realizado a 25 °C, en medio de cultivo con todas las sales minerales (a un cuarto de su concentración) y vitaminas del medio Murashige y Skoog (1962) (MS) y una concentración alta de sacarosa (9%) por 28 meses. Esta medida permitió mantener una viabilidad superior al 84% (Bonnier y Van Tuyl 1997). Además, en ese trabajo, el manejo de la temperatura se combinó con una reducción de los nutrientes disponibles en el medio de cultivo, aspecto que también es de gran importancia, como se discutirá a continuación. Ambas medidas permitieron retardar el proceso de crecimiento y prolongar el almacenamiento.

Medio de cultivo
La reducción en la concentración de elementos minerales y/o carbohidratos metabolizables (por ejemplo, sacarosa) en el medio de cultivo puede ser una estrategia importante para la reducción del crecimiento del explante (Engelmann 1991, Rao 2004). Otras medidas pueden ser el aumentar el potencial osmótico del medio (especialmente mediante el uso de carbohidratos no metabolizables, como el manitol), el uso de concentraciones mayores de gelificantes, la adición de ciertos reguladores de crecimiento (como el ácido abscísico [ABA]), o de otras sustancias (como el cloruro de magnesio) para reducir daños en el explante. Como consecuencia de las medidas anteriores, el explante absorbe los nutrientes más lentamente y ocurre una reducción en el crecimiento (Engelmann 1991). Por ejemplo, para disminuir un problema de necrosis en explantes de banano in vitro, se suplementó el medio de cultivo con 50-100 mg/l de cloruro de magnesio. Con esta medida se logró la recuperación del 90% de los explantes que se encontraban en estados iniciales de necrosis (Martin et al. 2007).
En el caso de Curcuma longa, una planta aromática tropical utilizada en la cocina del medio oriente y asiática, el uso de agar y altas concentraciones de sacarosa (10%) en el medio de cultivo permitió su almacenamiento durante 23 semanas (Tyagi et al. 2007).

Recipiente de cultivo
El volumen del recipiente de cultivo puede ser determinante para definir la frecuencia de subcultivos y el almacenamiento óptimo de los explantes (Engelmann 1991, Keller et al. 2006). Por ejemplo, en Curcuma longa se utilizaron envases con capacidad de 180 ml para el almacenamiento a corto plazo (durante seis semanas) y de 2,5 l para el almacenamiento más prolongado (durante 23 semanas). Esto permitió una optimización en el almacenamiento de esta especie al utilizar eficientemente al volumen del recipiente según las necesidades de crecimiento del explante (Cousins y Adelberg 2008).

Modificación del ambiente gaseoso

La reducción del crecimiento se puede lograr también al disminuir el nivel de oxígeno disponible para los explantes. Sin embargo, bajo esas condiciones de almacenamiento, a menudo se desarrollan tejidos hiperhídricos, necróticos y con crecimiento más lento (Engelmann 1991). La hiperhidricidad es un desorden fisiológico que se caracteriza por la apariencia vidriosa e hinchada en los tejidos, tallos turgentes, acuosos e hipolignificados y órganos translúcidos, verdes, quebradizos y con deformaciones en la cutícula y epidermis (Debergh et al. 1992, Chakrabarty et al. 2003, 2005). Cabe mencionar que la necrosis de explantes, a causa de la reducción de oxígeno, se ha logrado disminuir al adicionar nitrato de plata, giberelinas, fructuosa, calcio, ácido ascórbico y/o carbón activado al medio de cultivo (Engelmann 1991, Chakrabarty et al. 2005).

Un método para la modificación del ambiente gaseoso consiste en bajar la presión parcial del oxígeno usando atmósferas controladas o disminuyendo la presión atmosférica de la cámara. Esto ha permitido el almacenamientoin vitro de especies tropicales sensibles a bajas temperaturas (Engelmann 1991). Otro método para limitar el nivel de oxígeno disponible es el uso de una capa de aceite mineral o medio líquido para cubrir los explantes (Rao 2004).



1. Sustancias nutritivas: sales minerales –macro y micronutrimentos; además una fuente de carbono (usualmente sacarosa) para soportar una tasa de crecimiento elevada y debido a que los tejidos vegetales  in vitro no cuentan con un sistema fotosintético bien desarrollado, es decir, son parcialmente heterótrofos.

2. Promotores del crecimiento: aminoácidos, vitaminas del complejo B y fitorreguladores (principalmente de tipo auxinas y citoquininas). La necesidad de agregar estos componentes se debe a que se manipula el crecimiento y desarrollo, y no basta con los promotores del crecimiento que las mismas células vegetales producen.

3. Soporte inerte: todos los componentes del medio de cultivo están disueltos en agua y generalmente contienen agar o agentes gelificantes sintéticos como el Phytagel® para formar un gel que sirve de soporte al tejido. Por supuesto también se cultivan tejidos vegetales en medios líquidos.

4. Otros ingredientes: se refiere a componentes opcionales –algunos complejos- como el agua de coco, hidrolizado de caseína, extracto de levadura, carbón activado y sustancias naturales diversas.

5. Reguladores microambientales: el medio de cultivo debe ajustarse a un pH adecuado para la especie vegetal que se está cultivando. Lo usual es que sean ligeramente ácidos (5.5 a 

6.5). También se debe ajustar el potencial redox en aquellas especies que tienen problemas de oxidación rápida, agregando sustancias como PVP, L-cisteína, ácidos orgánicos quelantes, carbón activado, etc. Para prevenir la precipitación de cationes (como el Fe++) se debe añadir un quelante como el EDTA.




.5.2. Métodos de conservación


3.5.2. Métodos de conservación

Tipos de almacenamiento in vitro

El almacenamiento in vitro se puede clasificar, según su duración, en "almacenamiento por corto plazo" (conocido en inglés como "short-term storage") y en "almacenamiento por largo plazo" (conocido en inglés como "long-term storage"). En el primer tipo, generalmente se utilizan técnicas de cultivo in vitro que fomenten el crecimiento reducido, mientras que en el segundo se utiliza principalmente la crioconservación (Withers et al.1990, Wilkinson et al. 2003, Wang et al. 2005, Keller et al. 2006, Cousins y Adelberg 2008).
Almacenamiento por corto plazo y principales factores involucrados
En el almacenamiento por corto plazo los explantes permanecen in vitro hasta por 12 meses, manejando condiciones de cultivo para retrasar el crecimiento y aumentar los intervalos entre subcultivos (Withers et al.1990, Wilkinson et al. 2003, Wang et al. 2005, Cousins y Adelberg 2008). Por ejemplo, Marin y Duran-Vila (1991) conservaron segmentos nodales juveniles enraizados de naranja dulce (Citrus sinensis), naranja trifoliada (Poncirus trifoliata), lima mexicana (C. aurantifolia), toronja (C. paradisi) y limón Eureka (C. limon) durante un año mediante esta técnica.
Como parte de las estrategias empleadas para disminuir el crecimiento de los explantes y aumentar los intervalos entre subcultivos, está el reducir la temperatura de los cuartos de crecimiento, modificar los medios de cultivo y otros factores ambientales que se deben tomar en cuenta para optimizar el almacenamiento (Withers et al. 1990, Engelmann 1991). A continuación se hará referencia a los principales factores que se deben tomar en consideración para el almacenamiento por corto plazo.
                                     
                                                Encapsulación

En la técnica de encapsulación se recubren embriones somáticos, yemas gametofíticas (en briófitas) o ápices, con una cubierta gelatinosa, como por ejemplo de alginato de calcio, para formar "semillas sintéticas". La protección que provee el encapsulamiento confiere, a la vez, resistencia contra la deshidratación y las bajas temperaturas durante el almacenamiento por corto plazo (Engelmann 1991, Mallón et al. 2007). Por ejemplo, ápices de fresa de la variedad comercial "Senga Sengana" y moras de la variedad comercial "Norma" permanecieron encapsulados durante nueve meses. El medio de encapsulación contenía alginato de calcio y el medio nutritivo con todas las sales minerales y vitaminas de MS. Cada ápice permaneció dentro de la estructura gelatinosa en forma de perla, almacenado en oscuridad a 4 °C (Lisek y Orlikowska 2004).Otros ejemplos fueron realizados con microtallos (2-5 mm) de piña encapsulada también con alginato de calcio y almacenada a 4 ° C. Estos mantuvieron la viabilidad y la capacidad de brotación hasta por 45 días (Soneji et al. 2002). Embriones somáticos encapsulados de Citrus reticulata Blanco cv. Mandarino Tardivo di Ciaculli se mantuvieron viables por 60 días a 4 °C (Germanà et al. 2007). En el caso de la papaya (Carica papaya L.), Castillo et al. (1998) mencionaron el potencial que presenta la encapsulación de embriones somáticos para el almacenamiento de germoplasma, la producción y la propagación de clones, el fácil manejo, y la facilidad para implementar la automatización a gran escala.

Almacenamiento por largo plazo y principales factores involucrados
El almacenamiento por largo plazo es muy seguro por lo que se usa extensivamente en agricultura, horticultura, y forestería para la investigación y el monitoreo ambiental (Benson et al. 2006). Esta técnica permite almacenar semillas (Berjak et al. 2000, Dussert et al. 2000), semillas sintéticas (Paulet y Engelmann 1994), meristemas y ápices (Escobar et al. 2000, González-Arnao et al. 2000, Hirai y Sakai 2000, Panis et al. 2000b, Pennycooke y Towill 2000, Takagi 2000, Thinh et al. 2000), polen (Inagaki 2000, Ng y Daniel 2000, Towill y Walters 2000), células (Rei nhoud et al. 2000), callos y suspensiones celulares (Panis et al. 2000a). Además, requiere de poco espacio y mantenimiento (Paulet y Engelmann 1994, Matsumoto et al. 2001, Wang et al. 2005).

Se considera que el almacenamiento por largo plazo es una práctica útil para evitar la variación somaclonal en plantas con propagación vegetativa y permite mantener los explantes sin alteración alguna bajo estas condiciones, prácticamente por tiempo indefinido (Engelmann 1991). Papa (Zhao et al. 2005) y café (Kumar et al.2006) son dos especies difíciles de almacenar por otros métodos. El café produce semillas recalcitrantes, las cuales pierden viabilidad con rapidez durante el almacenamiento convencional y los bancos de germoplasma ex situ presentan altos costos de mantenimiento. Es por esto que el almacenamiento por largo plazo es una alternativa adecuada. Los embriones de café pueden preservarse en nitrógeno líquido (NL) hasta por un año, sin que estos sufran pérdida de viabilidad o alteraciones por variación somaclonal (Kumar et al. 2006, Santana-Buzzyet al. 2007) Para el almacen

Técnicas de crioconservación

La crioconservación clásica incluye la deshidratación inducida en condiciones estériles en una cámara de flujo laminar, el pre-enfriamiento paulatino de los materiales (se utilizan diferentes gradientes de temperatura, por ejemplo: 10, 8, 4, -20 y -40 °C, así como diferentes tiempos de permanencia en esas temperaturas), la inmersión en NL sin crioprotectantes y, posteriormente, el almacenamiento a –80 °C. Sin embargo, nuevas técnicas basadas en la eliminación parcial de agua en los tejidos y el congelamiento inmediato de los explantes han desplazado parcialmente a la técnica clásica (Dixit et al. 2004, Wang et al. 2005). Estas nuevas técnicas son: (1) vitrificación, (2) encapsulación – deshidratación, (3) encapsulación – vitrificación, (4) precrecimiento, (5) precrecimiento – deshidratación, (6) desecación y (7) enfriamiento de gotas (Engelmann 2000, Dixit et al. 2004).

1) Vitrificación
La vitrificación es un proceso que promueve la deshidratación celular y "solidificación" de líquidos en ausencia de cristalización (se evita la formación de cristales de hielo intracelulares que dañan los tejidos). Con la "solidificación" se induce un estado con una estructura molecular aleatoria pero que posee propiedades físicas y mecánicas similares a un sólido. Esta transición del agua líquida a una fase amorfa cambia la conformación estructural celular hacia una apariencia vidriosa (Matsumoto et al. 2001, Dixit et al. 2004, Wang et al. 2005, Benson et al. 2006). La vitrificación es realizada previa al congelamiento por medio de una sustancia crioprotectante (Matsumoto et al. 2001, Dixit et al. 2004, Wang et al. 2005).
Esta técnica se recomienda para órganos complejos, como ápices de tallos, tejidos embriogénicos y cultivos de células (Dixit et al. 2004, Zhao et al. 2005). Además de los compuestos usuales, mencionados anteriormente, en la solución crioprotectante se han adicionado también otras sustancias. Por ejemplo, proteínas anticongelantes como albúmina de suero bovino (BSA), epinefrina o el aminoácido prolina (PRO) para incrementar la sobrevivencia, una vez terminada la fase de crioconservación, en meristemas apicales de papa (Zhao et al. 2005). Wang y colaboradores (2005) desarrollaron un protocolo donde se utilizó PRO en la solución crioprotectante y se obtuvo una sobrevivencia de alrededor de 80% para explantes de los cultivares taiwaneses de papaya "Tai-nung, Red Lady y Florida". Otro agente crioprotectante es el Supercool X1000 (21st Century Medicine, Inc. USA), que es un polímero de alcohol de polivinilo, el cual tiene una funciónsimilar a las proteínas anticongelantes al inhibir la formación de hielo durante la crioconservación (Zhao et al. 2005).
Se ha encontrado que soluciones crioprotectantes, con productos como DMSO, pueden ser tóxicas para algunas especies tropicales. Por lo tanto, la mezcla de la solución crioprotectante y el producto debe ser cuidadosamente seleccionada (Dixit et al. 2004, Zhao et al. 2005). Una vez aplicada la solución líquida crioprotectante e inducida la vitrificación, los tejidos se congelan con NL. Posterior al tratamiento con la solución crioprotectante y el NL, los explantes son almacenados a ‑80 °C (Engelmann 2000, Dixit et al. 2004, Wang et al. 2005, Sant et al. 2008). Pennycooke y Towill (2000) utilizaron una mezcla crioprotectante de DMSO, sacarosa y glicerol durante 26 minutos a 22 °C para conservar ápices de tallo de camote (Ipomoea batatas) y lograron la regeneración, ocho semanas después del descongelamiento, con una sobrevivencia mayor al 80%. Durante el descongelamiento, los explantes generalmente se colocan en un baño de María a 40 °C por uno a dos minutos y luego son lavados con medio de cultivo suplementado con sacarosa (0,4–1,2 M). Posteriormente, los explantes se colocan en el mismo medio de cultivo para su recuperación y regeneración en condiciones de adecuadas luz (Engelmann 2000, Dixit et al. 2004, Wang et al. 2005, Sant et al. 2008). La vitrificación en este contexto no debe ser confundida con el fenómeno de hiperhidricidad descrito anteriormente, ya que en artículos anteriores a 1992 se usaba el mismo término. Debergh et al. (1992) sugirieron el uso de la palabra hiperhidricidad en el segundo caso para evitar confusiones.

2) Encapsulación – deshidratación
La encapsulación - deshidratación se ha utilizado con ápices de tallo y tejidos embriogénicos. Los explantes se precultivan en una solución con concentración alta de sacarosa (0,5-0,75 M) y luego son encapsulados en alginato de calcio o en polioxietilen glicol (PEG); después se les aplica una deshidratación en la cámara de flujo laminar (cuatro a cinco horas), se congelan con NL y se mantienen a -80 °C por el período de almacenamiento. El descongelamiento se realiza en baño de María a 40 °C por uno a dos minutos y se cultivan en medio para la recuperación del crecimiento y regeneración (Ara et al. 2000, Dixit et al. 2004).

(3) Encapsulación – vitrificación
La encapsulación - vitrificación es similar al anterior en cuanto al uso de alginato de calcio para la encapsulación. Se diferencia del mismo por no utilizar el precultivo de los explantes en una solución con alta concentración de sacarosa, sino más bien por el uso de una solución crioprotectante (como se menciona en la primera técnica) a 0 °C por unas horas, en su lugar, y por haber sido usado específicamente para meristemas. Los meristemas son encapsulados en medios que contienen altas concentraciones de azúcares (glicerol 2 M y/o sacarosa 0,4 M). Se congelan inmediatamente con NL y se mantie nen a -80 °C (Hi rai y Sa kai 2003, Dixit et al. 2004). El proceso de descongelamie nto es similar al utilizado en la técnica de encapsulación – deshidratación.

(4) Precrecimiento
El precrecimiento se ha utilizado específicamente para embriones cigóticos y somáticos. La técnica involucra el cultivo in vitro previo de los embriones en presencia de crioprotectantes por varios días. Posteriormente, los embriones se congelan directamente en NL, para luego almacenarlos a -80 oC. El proceso de descongelamiento es similar a la técnica de encapsulación – deshidratación (Engelmann 2000, Dixit et al. 2004).

(5) Precrecimiento – deshidratación
En el precrecimiento - deshidratación se utilizan segmentos de tallo previamente cultivados en un medio alto en sacarosa, ABA o PRO. Posteriormente estos se desecan en flujo de aire y se congelan directamente en NL. El proceso de descongelamiento es similar a la técnica mencionada para la vitrificación (Engelmann 2000, Dixit et al.2004). Esta técnica también ha sido utilizada con callos embriogénicos de yuca (Manihot esculenta) provenientes del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Colombia y del Instituto Internacional de Agricultura Tropical (International Institute of Tropical Agriculture [IITA]) en Nigeria. Los callos se trataron previamente con una solución crioprotectante alta en sacarosa, se deshidrataron y, posteriormente se congelaron con NL (Danso y Ford-Lloyd. 2004).

6) Desecación
La desecación se ha utilizado sólo con semillas recalcitrantes y estructuras haploides como polen y óvulos. En ella se realiza primero la desecación de los tejidos o semillas en una cámara de flujo laminar o en un aparato con aire comprimido estéril o en sílica gel y, luego se congelan las estructuras con NL (Engelmann 2000, Dixit et al. 2004). Por ejemplo, en el caso de café, esta técnica permitió mantener la viabilidad de los embriones durante al menos un año (Kumar et al. 2006). En el caso de tejidos haploides, como por ejemplo el polen de palma aceitera, la desecación fue realizada por medio de vacío. El polen fue mantenido en almacenamiento durante ocho años y, posteriormente, se observó que al germinar presentó una viabilidad del 62%. Como comparador, este mismo polen se almacenó en frío (entre -10 y -20 °C) y a temperatura ambiente. En el primer caso, el polen permaneció viable durante un año y en el segundo caso, permaneció viable solamente durante siete días (Tandon et al. 2007).

7) Enfriamiento de gotas
En enfriamiento de gotas se ha realizado con ápices de tallos, los cuales son pretratados con una solución crioprotectante y luego colocados sobre papel aluminio, de manera que se formen gotas pequeñas de crioprotectante con el ápice en el centro. Los explantes se congelan directamente con NL (Dixit et al. 2004). Un ejemplo exitoso fue realizado con ápices de tallo de 18 cultivares de Colocasia esculenta (ñame). Los ápices fueron desecados previamente con flujo de aire estéril y colocados en un medio de cultivo MS suplementado con glicerol (2 M) y sacarosa (0,4 M). Luego, estos se colocaron en una solución crioprotectante que consistió de medio líquido MS con glicerol (3,26 M), etilén glicol (2,42 M), DMSO (1,9 M) y sacarosa (0,4 M). Gotas de este medio con los ápices de C. esculenta se colocaron sobre una superficie plana con papel de aluminio y fueron congeladas con NL. En esta investigación se obtuvo una tasa de regeneración de entre 73 y 100% (Sa nt et al.2008). 

Técnicas de cultivo de tejidos para el almacenamiento por largo plazo

Además de la crioconservación, también existe la posibilidad de almacenar tejidos in vitro por largo plazo sin el uso de NL, retrasando el crecimiento al controlar factores como el estrés osmótico del medio (Bessembinder et al.1993). Esto se logra utilizando azúcares no metabolizables por las plantas como el manitol o el sorbitol. Adicionalmente, se puede usar reguladores de crecimiento que reduzcan la tasa de crecimiento y bajas temperaturas. Bessembinder et al. (1993) mantuvieron clones de C. esculenta durante ocho años a 9 °C, con ciclos de transferencia cada tres años. En otro ejemplo, se mantuvieron los meristemos de cultivares comerciales de banano almacenados entre 28 y 30 meses en medios de cultivo con la mitad de la concentración de las sales minerales, a 22 oC con un fotoperiodo de 16 horas luz y transferencia cada dos meses (Banerjee y Sharma 1988). Sin embargo, es importante señalar que tiempos mayores de cultivo in vitro podrían inducir tasas más altas de variación somaclonal (Sánchez-Chiang y Jiménez 2009)

Literatura citada
Ara, H; Jaiswal, U; Jauswal, V.S. 2000. Synthetic seed: Prospects and limitations. Current Science 78:1438-1444.     
Banerjee, N; Sharma, AK. 1988. In vitro response as a reflection of genomic diversity in long-term cultures ofMusa. Theoretical and Applied Genetics 76:733-736.  
Benson, EE; Johnston, J; Muthusamy, J; Harding, K. 2006. Physical and engineering perspectives of in vitro plant cryopreservation. In: Gupta, DS; Ibaraki, Y. eds. Plant Tissue Culture Engineering. Springer. Holanda. p. 441-476.     

sábado, 24 de noviembre de 2012

3.5.1.4. Estrategias


3.5.1.4.    ESTRATEGIAS

 
Los métodos de conservación in vitro son importantes para especies que se propagan en forma agámica, para especies que poseen genotipos altamente heterocigotas como así también para especies que producen semillas recalcitrantes. Por ende, constituyen complementos importantes para los bancos de semillas y las colecciones a campo. Si bien este método ofrece la posibilidad de conservar germoplasma a corto y mediano plazo en un espacio más reducido y a menor costo en relación con las colecciones a campo, existe el riesgo de pérdida de las entradas por contaminación accidental, error humano y /o por variación somaclonal y los costos de las labores por mantenimiento son altos

bibliografia

Biología Molecular de la Célula. Cuarta edición. Alberts, Johnson, Lewis, Raff, Roberts, Walter. Omega, 2002. Barcelona 1464pn espacio reducido y no existen riesgos de contaminaciones.

 

 

3.5.1.3. Estabilidad genetica


3.5.1.3.  ESTABILIDAD GENÉTICA

 

La estabilidad genética de los cultivos ha sido, durante mucho tiempo, un motivo de inquietud cuando se piensa aplicar las técnicas in vitro para la conservación del germoplasma.

 
Los sistemas de cultivo de tejidos presentan diferentes niveles de riesgo de variación genética. Igualmente, entre las dos estrategias de conservación in vitro –el crecimiento lento y la crioconservación- hay posibilidades de variación debidas a la posible regeneración de yemas adventicias

5.1.2. Variabilidad


3.5.1.2.  VARIABILIDAD

 

La evaluación de la viabilidad de los cultivos in vitro se debe realizar sistemáticamente. Las características más importantes que se evalúan en el almacenamiento de crecimiento lento de cultivos derivados del ápice de yemas son: contaminación, senescencia de la hoja (la razón hojas verdes/hojas muertas), número de brotes verdes (para micropropagación adicional), número de nudos viables (verdes) en relación con la longitud del tallo (verde), presencia o ausencia de raíces, y ocurrencia de callo.

3.5. CONSERVACIÓN IN VITRO,3.5.1. ASPECTOS IMPORTANTES Y 3.5.1.1 REGENERACIÓN


3.5. CONSERVACIÓN IN VITRO

 

3.5.1. ASPECTOS IMPORTANTES

 

 .     3.5.1.1   REGENERACIÓN

 

La regeneración de plantas enteras basada en los sistemas de cultivo de células es, a menudo, el paso que limita la aplicación de técnicas de cultivo in vitro a especies vegetales que no se pueden propagar mediante meristemas preformados.la regeneración adventicia mediante la embriogénesis somática es muy deseable, ya que el proceso ofrece altas tasas de multiplicación y produce porpágulos que poseen eje de raíz y de yema. Los embriones somáticos pueden desarrollarse de células únicas y se pueden recuperar plantas con genotipos más estables.

bibliografia

Biología Molecular de la Célula. Cuarta edición. Alberts, Johnson, Lewis, Raff, Roberts, Walter. Omega, 2002. Barcelona 1464pn espacio reducido y no existen riesgos de contaminaciones.

 

3.4.3. Fusión de protoplastos











3.4.3. Fusión de protoplastos
Protoplasto:

 
Célula vegetal desprovista de pared celular, por proceso mecánico o enzimático. Membrana plasmática completamente expuesta. Estado transitorio, permite manipulación de esas células. Mantiene potencialidades de células vegetales completas.


·         1892  Primer aislamiento de protoplastos vivos de cebolla por métodos mecánicos.

 

·         1919 Primer aislamiento enzimático, células de levadura.

 

·         1960 Aislamiento de protoplastos de plantas superiores con degradantes de pared celular.

 

·         1971 Regeneración de plantas a partir de protoplastos de Nicotiana tabacum.

 

 

 

 

 

Aplicaciones

 

·         Producción de híbridos por fusión de protoplastos.

 

·         Manipulaciones genéticas.

 

·         Estudio de procesos fisiológicos y bioquímicos.

 

 

Metodología

 

1. Aislamiento y factores que lo afectan

2. Purificación

3. Determinación de viabilidad

4. Cultivo

5. Regeneración

 

 

 

1) Factores que afectan la producción y viabilidad de los

protoplastos

_Fuente de material

_Tratamientos pre-enzimáticos

_Tratamientos enzimáticos

_Osmolaridad

 

 

2) Purificación

 

 

3) Viabilidad

Toma de oxígeno

Actividad fotosintética

Tinciones

 

4) Cultivo

Medio de cultivo: MS, B5 (líquido o sólido)

Osmolaridad

Densidad de plaqueo

Condiciones de almacenamiento

Material vegetal

 

 

 

5) Regeneración

Organogénesis/Embriogénesis somática

Eficiencia generalmente baja
 
 
 


 
 
 
 
 
 

3.4.2. Variacion somaclonal


3.4.2. VARIACIÓN SOMACLONAL

 

La variación somaclonal es la variación genética o epi genética que se genera durante el cultivo in vitro de plantas (cultivos celulares de tejidos u órganos) que provenga de células somáticas. En programas de mejoramiento genético, la variación somaclonal puede constituirse en un recurso importante que genera variabilidad. Sin embargo, durante la micropropagación y en bancos de germoplasma in vitro, este tipo de variación es indeseable. En vista de lo anterior, se han utilizado una serie de técnicas moleculares para su detección.